~Sueños~

Me acuerdo muy bien de aquella noche. Como si fuera ayer. Yo acababa de salir de trabajar y estaba bastante agobiado, así que entré en el primer pub que encontré. Servían bebidas muy buenas y los cantantes que comenzaban a hacer sus primeros pinitos en el mundo de la música cantaban bastante bien. Al entrar pude apreciar perfectamente el ambiente que reinaba allí. No era un ambiente para nada agobiante, en el que al cuarto de hora te acababas estresando más todavía que cuando habías entrado. Y también se notaba claramente que entre los trabajadores de allí y los clientes había buen feeling, eso era importante. Así que no me lo pensé dos veces y me senté en la barra, en uno de los taburetes del medio, para así poder ver con toda claridad el esplendido escenario tintado de un color rojizo anaranjado, fruto de los focos que lo alumbraban y de la pared de ladrillo del fondo, de un marrón oscuro.

Después de pedir un whisky doble, y echar un rápido vistazo al local me senté mirando de cara al escenario, con la copa en la mano, el cabello algo alborotado por el calor que hacía allí dentro y la camisa blanca medio desabotonada. Pero a pesar de aquel calor sofocante que desprendía el lugar, yo estaba muy bien escuchando las melodías que cantaban. Me sentía libre de alguna forma. No era un hombre al que le gustara estar entre cuatro paredes de un despacho, mirando informes de casos sin resolver, hasta las tantas de la noche. Por lo tanto cuando salía de aquel despacho, era como si me quitaran un gran peso de encima, como si el agobio desapareciera.

Justo, la gente comenzó a aplaudir sonoramente cuando los focos se apagaron, dejando tan solo un leve resplandor en el centro del escenario como si esperara a alguien. ¡Y tanto que esperaba a alguien! Todo el mundo estaba intrigado por saber quién iba a aparecer de entre las sombras y se iba a posicionar en el centro del pequeño escenario.

Después de varios segundos el leve resplandor se hizo más grande y se tiño de un color azul muy bonito, mientras dejaba ver una hermosa joven de cabellos castaños y tez clara. Pero lo que más me llamó la atención fueron sus ojos. Unos orbes del color del océano, profundos y claros. Me quede hipnotizado completamente. Aquellos labios carnosos color carmín se entreabrieron ligeramente para dejar paso a una magnifica y melodiosa voz.
-Buenas noches mi querido público, espero poder satisfacer a vuestros oídos esta noche – dicho esto, la joven, se sentó en el taburete de madera que le habían traído (mientras decía su pequeño discurso) y posteriormente cogió la guitarra acústica que estaba al lado apoyada en un atril.

Cuando comenzó a cantar con aquella maravillosa voz, fue como si millones de sentimientos me invadieran de repente, transportándome a lugares que jamás había estado, lugares en los que solo mi imaginación y aquella mezcla de sentimientos podían brindarme plenamente.
No era un amante de la música, pero en aquél momento fue como si lo fuese. Mis ojos no se apartaban de ella ni un solo segundo. Podía haber estado toda la noche así, disfrutando de la dulce melodía, de su magnífica voz, de todo en general, pero entonces terminó. Porque en esta vida todo termina antes o después, pero termina.
No reaccioné ni para poder agradecerle aquél maravilloso momento con mis aplausos efusivos, como los de la gente que aplaudía en aquellos momentos. Me quedé tal cual como estaba, con la copa en la mano sin terminar y seguramente con cara de bobo integral.

La noche avanzaba a medida que pasaban los segundos, los minutos, y las horas. Y pronto fue hora de cerrar el local. Tenía enormes ganas de volver a ver aquella hermosa joven de cabellos castaños, y voz melodiosa. Pues, sinceramente, me habían enamorado a primera vista de ella.

PD: Aqui termina el capitulo. Se que no es mucho, además de que aún me falta experiencia en esto, pero me gustaría escuchar vuestras opiniones respecto a la historia (: